El trabajo de prospección requiere de un trabajo de documentación previo, consulta de inventarios y catálogos existentes, cartografías, etc, así como del empleo de las nuevas tecnologías con las que contamos actualmente, pudiéndose compaginar con prospecciones geofísicas, fotografía área mediante drone, estudios de LIDAR, etc. Todos estos trabajos nos ayudaran a tener una visión más completa de un lugar, antes de poder llevar a cabo una determinada intervención arqueológica.